viernes, 7 de septiembre de 2012

Religión según la Biblia - reflexión


"Si alguien se cree religioso pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo, y su religión no sirve para nada. La religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es ésta: atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y conservarse limpio de la corrupción del mundo." Santiago 1:26-27

Cuantas veces decimos "soy cristiano" pero poco y nada nos importa lo que dice la palabra.
-Ponerle freno a la lengua, ser puro y sin mancha delante de Dios, atender a los necesitados y afligidos, y lo más difícil... no contaminarse con la corrupción del mundo, son lo que dice La Palabra de Dios.
Para aquellos que capaz puedan no estar de acuerdo con lo que digo, simplemente les recuerdo que no se trata de lo que yo opine sino de lo que está escrito. Es por este motivo que no empiezo esta reflexión con algo personal, sino con la palabra que está escrita en Santiago 1:26-27.

Ser cristiano, decir que mi religión es la cristiana (algunos prefieren el término católico, otros decir que son evangélicos pero este pasaje está en todas las Biblias), significa creer que yo sigo esto que dice aquí. Y este libro de Santiago tan directo y claro, no nos da lugar a la duda siempre y cuanto creamos en la verdad de la palabra de Dios, si no es así, no es necesario que sigas leyendo esto y también (esto como un favor personal) no te hagas llamar cristiano, porque un cristiano es aquel que cree. No que cree en Dios, porque los musulmanes, los judíos, los budistas, testigos de Jehová, y muchas más sectas también lo hacen; sino que cree tener una relación con Dios o pretende tenerla a partir de creer en Jesús como salvador y perdonador de nuestros pecados para acceder a la santidad incorruptible de Dios que nunca alcanzaremos con obras. Aclaro, que esto no lo inventé yo sino que está escrito en el libro que declaramos como la Palabra de Dios.

A partir de esta base podemos analizar estos dos versículos de forma tan simple:

"Si alguien se cree religioso..." 
¿Te hacés llamar católico, cristiano, evangélico, seguidor de Cristo, hombre de Fe o lo que sea? (obviamente hablamos religioso en lo que respecta a la Biblia, si queremos una definición alternativa nuestro querido wikipedia define: La religión es una parte de la actividad humana consistente en creencias y prácticas acerca de lo considerado como divino o sagrado, de tipo existencial, moral y espiritual.) Por lo tanto en los dos aspectos tanto bíblico como secular, hablamos de PRACTICAS Y CREENCIAS, error que todos comenten cuando dicen "Yo soy cristiano no practicante" o "Yo soy católico pero no creeo en esas cosas". Entonces ¿Sos cristiano? Uno mismo puede contestarse a esa pregunta.

"...pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo..."
Muchos preguntarán: ¿Y esto qué tiene que ver?
Tiene que ver con no decir mentiras, y engañarse a sí mismo.
Si pensamos en lo que dice luego, entendemos a qué se refiere.

"...y su religión no sirve para nada..."
¿Duro? Si, es la característica de Santiago. Su carta es un mensaje concreto y sin vueltas.
Cuando uno confiesa ser creyente o pertenecer a la religión cristiana, está confesando que practica y cree. El planteo que hace este versículo es claro. Santiago no está diciendo: " Si usted es cristiano" sino "si usted se CREE cristiano" Por lo tanto, se puede interpretar que está cuestionando a los que creen serlo pero no lo son sino ¿por qué poner "si usted se CREE" y no "si usted ES"?

"La religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es ésta:..."
Ahora definirá de lo realmente verdadero, no de lo que se dice ser, sino de lo PURO Y SIN MANCHA, lo que DEBE SER.

"...atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones...."
¿No es claro? Capaz sea difícil interpretar esta parte. Pero en aquel momento, cuando Santiago escribía esta carta, las viudas y los huérfanos eran las personas más necesitadas porque no tenían absolutamente nada, no les quedaba prácticamente esperanza de salir adelante. Recuerde que estamos en un contexto en que el sueño americano del capitalismo no existía, por lo tanto, el que nacía pobre casi seguramente moriría siéndolo.
Uno debe plantearse quiénes son las viudas y los huérfanos en aflicción de este momento. Capaz ya no sea por una cuestión material pero siempre hay alguien afligido espiritualmente cercano a nosotros. ¿Lo estamos ayudando? Bueno, esto es básico para los que son verdaderos cristianos pero no lo es para los que solo dicen serlo.

"...y conservarse limpio de la corrupción del mundo."
Esta es la parte más complicada, acá es cuando muchos caen y desisten de ser verdaderos cristianos.
¿Te estás conservando limpio de las influencias negativas del mundo? ¿Seguís aferrado más a tus conceptos culturales que a los bíblicos? ¿Pensás que es mejor pensar como vos querés que pensar como Dios quiere? Bueno, entonces no sos limpio de la corrupción del mundo.
Estoy seguro que muchos se plantearán la idea de si es posible conservarse limpio. ¡Claro que lo es! ¿Por qué Dios permitiría que se ponga algo en su palabra de lo cual el hombre no tiene alcance?
Dios conoce al hombre más que nosotros mismos. Por lo tanto, sabe de nuestras limitaciones.
Uno debe aspirar a conservarse limpio, esto no quiere decir que nosotros lo hagamos con nuestras obras, con nuestros esfuerzos propios, sino con la ayuda de Dios mismo.

Aquel que conoce a Jesús y cree en su poder de perdón, está limpio. Aún así Dios desea que sigamos perseverando en no corrompernos, sería ilógico que alguien que nace como un cristiano nuevo tenga un retroceso. Capaz pueda caer, pero nunca retroceder.
Decir "soy cristiano, soy católico, soy hijo de Dios" solo es el 1% o menos. El otro 99% que lo completa es practicarlo y esto viene solo por la ayuda divina de Dios quien a través de Jesús nos da la oportunidad de ser santos y disfrutar de una relación con él, y de un crecimiento hacia la pureza y la paz eterna.

Concluyendo...
Uno podría dejar de decir, y empezar a hacer. No es necesario ser fuerte, porque será Dios quien te ayude. Solo tenemos que tener el deseo y pedirle ayuda a Dios. ¿Cómo? Hablándole (orando), leyendo su Palabra (la Biblia), y congregándonos en su familia (la iglesia, que aún en su imperfección busca crecer).
Dios nos da todo, solo es cuestión de pedirle SER y no solo decir.