Y de a poco el mundo se va silenciando,
entrando en una profunda paz.
Aquel murmullo constante deja de existir,
las palabras filosas se guardan en el cajón para otra ocasión.
El tiempo comienza a detenerse y Dios me permite respirar otra vez,
los horarios comienzan a girar nuevamente con un ritmo de armonía y perfecta paz.
La agenda solo con el trabajo personal y algún que otro examen,
reuniones solo por disposición y sin obligación,
los acordes de la vida suenan y empiezan a formar una dulce melodía.
Aquellas heridas y errores son archivos que guarda mi corazón,
el olvido no es lo que busco sino entrar en reflexión.
Luego de un año doloroso pero al mismo tiempo lleno de felicidad,
el crecimiento, los apuros, la ignorancia, la inexperiencia, el dolor, el desencuentro, etc.
concluye en las simples palabras de mi Señor,
simples pero profundas y que demuestran tanta compasión,
al fin y al cabo lo que Él busca no son resultados ni razón,
sino que solo aprendiera que un líder solo puede servir con el corazón.
Y de a poco el mundo se va silenciando,
entrando en una profunda paz.
Más allá de las expectativas estaba el encontrar tanta bendición,
cuando el mundo me aplastaba y parecía ya no escuchar la voz del salvador,
Siempre constante era la palabra que nunca dejó de ser.
Rodillas al suelo y lágrimas eran para mí un refugio dentro de cada situación,
humillación y perdón busqué por todo aquel mal que pude generar,
uno nunca entiende lo que puede ser hasta que lo es,
sentirse frustrado y desanimado fueron grandes pasos para crecer.
Mientras para muchos el dolor puede ser el final,
la experiencia demuestra que es solo un nuevo comenzar.
Perder te enseña a valorar,
no tener enseña a buscar,
amar te enseña a sacrificar.
Y de a poco el mundo se va silenciando,
entrando en una profunda paz.
Uno nunca sabe todo lo que puede obtener por medio del dolor,
tampoco entiende porque el dolor es el punto donde tenemos que llegar para cambiar.
Aveces es mejor dejar de pensar y seguir caminando.
Resultamos ser seres contradictorios y prácticamente incomprensibles,
aún cuando Cristo enseñó amar todavía nos peleamos para ver cual es la mejor manera,
la eterna paradoja de nosotros como seguidores de Cristo.
Todavía seguimos pensando en quién fue el que lo hizo y no el qué es lo que hizo,
seguimos aturdidos en declarar la herejía y ni siquiera sabemos de donde procede esa palabra.
A quién creerle en un mundo atestado de mentiras,
somos jueces de la verdad cuando nosotros mismos somos una mentira.
Imponemos justicia con las manos llenas de sangre, borracheras en nuestras mentes y orgías en nuestros corazones.
Pero yo soy un pecador,
Mientras ellos me señalan yo también los señalo y así vivimos.
Yo señalo, el señala, tu señalas, ellos señalan, vosotros señaláis, nosotros señalamos.
Mientras busco a Dios, juego a ser Él.
Y de repente estoy bajo su juicio.
Quién soy yo Señor para poder decir quien tiene la razón,
a quién puedo juzgar con mi concepción tan absurda de la realidad,
cómo es que puedo decir tener la razón si la misma me queda grande para que me entre en la cabeza.
En síntesis, mis palabras terminan siendo absurdas y sin profundidad.
Son una mera expresión de los inútiles esfuerzos como humano para poder ser algo en este inmenso mundo.
Y de a poco el mundo se va silenciando,
entrando en una profunda paz.
No tengo la inteligencia que supuse tener.
Soy aún inmaduro para poder dar lo mejor a aquellos que realmente siento genuino amor.
Aún inconsciente de muchos otros defectos,
sigo anhelando la luz porque el conocimiento me da tranquilidad.
Conocer a Dios es un paradigma que los más sabios del mundo cuestionan como algo sensato,
no se dan cuenta que les queda demasiado grande la camiseta del Señor.
Si algo me da tranquilidad,
es que aún me falta mucho por conocer.
Y de a poco el mundo se va silenciando,
entrando en una profunda paz.
Simplemente vivo su plan,
estoy sometido a su justicia y enseñanza.
No existe para mí método más que el amor de Cristo,
que es donde se depositan todos los misterios del verdadero líder y hombre de Dios.
Aquel que me venga con la historia de los sentimientos o del extremo lineal me dará compasión:
"Aún no conoce ni un poco a Dios" diré por dentro.
Quién puede comprender en absoluto los caminos de la verdad podría declararse Dios también y así completar la ironía.
Gracias por ese poder, por esa salvación, por ese amor.
El amor sobrepasa todos esos esfuerzos en vano de la sociedad por alcanzar la satisfacción,
va más allá de los títulos o placeres que poco y nada llenan.
Cuando terminaba el año, cuando finalizaba ese ciclo de liderazgo,
Dios me respondió a todos esos planteos,
su respuesta fue simple, fue el amor.
Que grande es mi Dios pensé, me humillé y lloré.
Y de a poco el mundo se va silenciando,
entrando en una profunda paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario