El regalo que nunca te perderías.
Alguna vez unos sabios de la época tuvieron la misión de ir a ver quién era ese supuesto rey de los judíos que se levantaría en un pueblo llamado Belén.
Lo que capaz nunca esperaron ellos era que ese rey de los judíos iba a conquistar el mundo entero.
No fue un rey en la tierra, aunque muchos lo esperaban así, como lo fue el rey David. Tampoco fue un hombre que conquistó con espadas o con armas al mundo, para nada se pareció a Alejandro magno o Gengis Kan. Algunos pensarán que fue su filosofía religiosa que dio vuelta al mundo, pero no fue su principal fuerte como lo fue alguna vez Mahoma o tipos como Gandhi. No resolvió ante multitudes la discriminación racial como Mandela, tampoco revolucionó la manera en hacer política con democracia o socialismo.
Este hombre revolucionó al mundo por un acto incomprensible e irracional, a tal punto que muchos ante tal acontecimiento se resistieron y se resisten a recibir lo que ofrece. Dar la vida por los que merecían la muerte.
Capaz algún hombre o mujer valiente de la vida por un ser querido, o por otras personas que considera nobles. Este hombre no lo hizo por ellos, lo hizo por aquellos que le dimos la espalda a él mismo, a Dios y en vez de buscarlo decidimos amar nuestro egocentrismo y razonamiento.
El mismo acto de que la salvación es un regalo nos ofende "¿Cómo podría un Dios insultarnos diciéndonos que todo lo que hacemos nosotros no alcanza para salvarnos de la condena del pecado?" Preguntaría todo ser racional. Pero el amor de Dios va más allá de nuestro limitado cerebro.
El amor de Dios fue y es tan fuerte que se hizo hombre, se rebajó de su altar al mundo para nacer como todos nosotros, comer y dormir como nosotros, sufrir como nosotros, trabajar como nosotros, ser insultado como nosotros, llorar como nosotros, y por último, morir como el peor de nosotros.
Pero la historia no termina de una forma trágica sino con alegría, porque aquel que murió, también resucitó. Y es esa resurrección que le da sentido a la navidad. Si ese nacimiento que festejamos hubiese terminado en una muerte terrible de estar colgado con clavos en una cruz, hoy no estaríamos festejando nada.
Los sabios capaz nunca se imaginaron, que ese bebé que lloraba entre animales domésticos, iba a revolucionar el mundo conquistándolo de una manera que ningún hombre pudo e intentó hacer previamente. Regalando amor.
La navidad es el regalo más grande que puede recibir uno de Dios, amor eterno. ¿Recibiste ese regalo alguna vez?
Es tiempo de que abramos el corazón al salvador, no político, económico, sentimental o racional, al salvador de tu alma en pecado que niega la llegada del verdadero Rey. Aquel que es capaz de conquistar tu corazón y renovarlo hacia una santidad que pueda ver a Dios nuevamente.
No pierdas este regalo de hacer que Jesús sea el Rey que provea de amor eterno tu vida.
Feliz navidad.
Un espacio creado para compartir artículos, poemas, reflexiones, pensamientos, imágenes, etc. Con una perspectiva crítica y una mirada cristiana bíblica de los acontecimientos, realidades y experiencias.
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miércoles, 25 de diciembre de 2013
lunes, 25 de noviembre de 2013
"El deseo y la codicia" Colosenses 3:5 - Prédica del Pastor Dr. Pablo Ra.
Esta prédica trata de la idolatría en los tiempos de hoy. Es uno de las mejores prédicas que he escuchado a lo largo de mi vida. No porque haya sermones mejores que otros, sino porque revela una gran verdad que hoy en día no se tiene en cuenta porque se ve cómo algo antiguo o del pasado y se cree que ya no es una cuestión importante en que la iglesia debería trabajar y hablar más.
La idolatría es un problema actual en la iglesia, y sin que uno sepa, puede estar practicándola.
Espero este apunte del sermón lo ayude a recapacitar en su condición actual y reflexionar sobre su vida espiritual.
En lo personal me ha mostrado que aún soy un gran pecador y debo arrepentirme, y entregarle muchas cuestiones a Cristo que aún no le he dado en sus manos.
En lo personal me ha mostrado que aún soy un gran pecador y debo arrepentirme, y entregarle muchas cuestiones a Cristo que aún no le he dado en sus manos.
"El deseo y la codicia" - Prédica del domingo 24 de Noviembre, por el Pastor Dr. Pablo Ra.
Colosenses 3:5 NVI
“Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la
naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos
y avaricia, la cual es idolatría.”
Los primeros llamados por Dios fueron los israelitas. A
ellos se les dio los 10 mandamientos para poder adorar y servir a Dios. El
primer mandamiento dado fue: no hacerse otros dioses. Se Prohibió la idolatría.
La idolatría es un problema que persiste hasta hoy en día.
Sobre este tema se trata el sermón y trataremos dos puntos
sobre la idolatría:
1. Vamos a pensar sobre la idolatría y su peligro.
Pueden ser personas, cosas que se ven o cosas que no se ven,
que toman más importancia que Jesús en nuestras vidas, eso es idolatría.
Cuando deseamos algo más que Dios mismo eso es idolatría.
Estas cosas que deseamos pueden convertirse en dueños
nuestros. Incluso nuestro servicio en la iglesia o cuestiones que hacemos para
bien pueden llegar a convertirse en ídolos para nosotros.
En el pasaje habla de la lujuria o de cuestiones así, pero
la idolatría es mucho mas abarcativa.
Sin darnos cuenta podemos estar bajo idolatría. Incluso
aquellos cristianos fervorosos pueden estar bajo idolatría.
Si estoy bajo idolatría mi relación vertical con Dios y mi
relación horizontal con la gente se pervierte.
Pueden ocurrir problemas dentro de la familia, dentro de los
amigos o personas que nos rodean como en el trabajo, escuela, etc.
El pensamiento de un idólatra es ver las cosas de este mundo
con más importancia que Cristo mismo.
Solo viendo a Cristo, se puedo estar libre de idolatría.
2. Cómo puedo descubrir si yo estoy en idolatría.
¿Cuándo es que estoy feliz? ¿Cuando disfruto más?
En ese lugar estoy cayendo en idolatría.
Hay 5 cuestiones que podemos ver para descubrir si uno está
en idolatría:
1- Cuando se busca lo prohibido.
Si uno está disfrutando lo prohibido por Dios se está bajo
idolatría. (Inmoralidad, robos, deseos bajos, etc).
2- Cuando se busca algo excesivamente.
Al buscar constantemente algo para llenar ese placer, ese
momentos o cuestión se convierte en idolatría. Esto puede ser dinero o alguna
actividad (deportes, golf, pesca, correr, viajes o cosas así), que concentran
la mente solamente en ello.
3- Cuando se busca algo sin gratitud.
Si algo que se tiene o se busca no da ganas de agradecer a
Dios es porque se está bajo idolatría.
Toda cuestión placentera o de felicidad que no me lleva a la
gratitud hacia Dios, es porque es un ídolo.
4- Cuando se busca algo provocando problemas en las
relaciones.
Toda cuestión que se busque, si lleva a afectar de mala
manera alguna relación, es porque es idolatría.
Aunque sea algo que uno necesite, si se busca haciendo mal a
alguien es porque se está idolatrizando esa cuestión.
Este tipo de personas al servir en la iglesia, lo hace pero
destruyendo a otros, porque es un idólatra.
5- Cuando se busca con la mentalidad de ser privilegiados en
algo.
Todo lo que se desee alcanzar por lograr un lugar de
importancia o algún tipo de privilegio es porque se está bajo idolatría.
Incluso cuando se hacen servicios o acciones en la iglesia o
consideradas “cristianas”, pero se lo hace con un propósito de buscar
privilegios, es porque se está bajo idolatría.
Hay muchas cristianos que sirven, oran o leen la Biblia por
esta cuestión de privilegio.
Conclusión:
Filipenses 1:20 NVI
“Mi ardiente anhelo y esperanza es que en nada seré
avergonzado, sino que con toda libertad, ya sea que yo viva o muera, ahora como
siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo.”
Un verdadero cristiano busca exaltar a Cristo. Un cristiano
no le interesa nada mas que Cristo en su vida. Sólo él es importante en todas
las cuestiones, y todo lo que haga será para exaltarlo y glorificarlo.
Cuando en la vida se hace o se busca algo enfocado en otra
cosa que no sea Cristo, se está bajo idolatría. Por eso debemos alejar todo
tipo de idolatría y buscar solo glorificar a Jesús.
La idolatría comienza cuando Jesús empieza a estar después
del ídolo.
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Prédicas
miércoles, 6 de noviembre de 2013
El día del juicio final
El día del juicio final
Algún día llegaron las multitudes de todos los tiempos frente al creador en su asiento de juez y éste se puso a juzgar. Y el creador preguntó uno por uno: “¿Qué hiciste con tu vida?”
Un hombre, mirando a sus alrededores perplejo, y aún sin entender lo que ocurrió, decía: “gané demasiado dinero, pero no te lo puedo mostrar. Raramente estoy desnudo ahora, pero te aseguro que fui exitoso”
Una mujer viendo a las otras mujeres, se miró el cuerpo y solo vio desnudez. Ella miró a las otras mujeres y se dio cuenta que no había diferencia: “Juez, creo que sabes que yo fui hermosa en la Tierra y todas estas mujeres que están acá, que ahora se parecen mucho a mí, me admiraban y querían ser como yo, pero ahora no sé cómo demostrártelo, pero te aseguro que fui exitosa”
Un grupo de hombres se miraban entre sí con detalles, como reconociéndose pero negando lo que veían. Uno de ellos al ser cuestionado por el todopoderoso contestó: “Yo luché para que mi raza esté por sobre las demás, y aquellos que están de aquel lado, que ahora no entiendo por qué pero están iguales que yo, eran los hombres de color y los inferiores. Te aseguro que yo fui superior que ellos y que logré establecer la imagen perfecta de hombres y mujeres en la humanidad”
Otro sujeto que miraba constantemente el suelo pensativo se acercó ante el juez: “Las acciones y mis pensamientos marcaron tendencia en la humanidad. Hasta este día fui el autor más leído por diferentes ideologías políticas, cambié sistemas económicos y políticas de estado ¡Fui un gran revolucionario! Pero no tengo ningún libro de los que escribí en mi mano ahora, estoy seguro de que los conocés. Aunque negué tu existencia, seguramente admirarás mi capacidad intelectual.”
Caminando sigiloso y soberbio se acercó un individuo muy seguro: “Yo fui tu representante en la tierra, mi palabra pesaba tanto como la tuya, aunque ahora veo que no es tan así. Incluso gobernaba lo que supuestamente era tu ciudad, pero no sé como mostrártelo porque no tengo nada de mis vestimentas sagradas ahora. Pero tengo la certeza de que vos me estableciste como rey religioso supremo.”
Pasando el trono había dos grandes caminos.
Por un camino, muchos hombres y mujeres caminaban aún sin entender su destino, donde estos últimos sujetos estaban siendo enviados. Por el otro lado, una multitud mucho más pequeña se alegraba mientras eran vestidos con ropas blancas y disfrutando del reencuentro de unos con otros.
Mientras estos hombres y mujeres eran llevados hacia el mismo camino de incertidumbre, un hombre se acercó sonriente y con certeza de su respuesta: “Esperé mucho este momento. He trabajado día y noche para que muchos de los que van por ese camino de alegría estén ahí. Aún cuando fui condenado a muerte, no me cansé de llevar la única verdad que hoy me da alegría seguir teniendo, porque mi verdad está sentado a tu derecha y es Jesús, y no es por lo que yo haya hecho que puedo estar confiado, sino porque acepté lo único que es eterno: el perdón y el reinado de Jesús en mi vida”
El creador con ojos resplandecientes tocó la frente de éste último hombre y una corona se formó sobre él.
Y le dijo: “Sabés el camino, mi querido hijo. Andá con confianza con tus hermanos”
Las multitudes seguían avanzando y las puertas de la eternidad permanecían abiertas. Los ángeles veían ante sus ojos el fin de los tiempos y el inicio de la nueva era.
Algunos hombres y mujeres no podían creer que esa verdad tan absurda era real: existía un cielo y un infierno, y el cielo no era un destino para los hombres exitosos de la tierra, sino un lugar para los que habían creído”. Tampoco era cosa de religiosidad, muchos estaban confusos porque creían que tenían que estar del otro lado pero sus innumerables acciones no podían pagar el precio del perdón.
Sólo había un requisito, que el Hijo diera testimonio a favor para la absolución.
Cuando el juicio concluyó, las puertas del Hádes se cerraron y la separación fue absoluta. Ya no había más tiempo, porque el creador concluía con su obra perfecta. La humanidad que alguna vez creyó ser dueña del mundo y de la historia, hoy se encerraba bajo las llamas de un fuego eterno o frente al gran trono celestial en la ciudad de oro y cristal.
El fin de los tiempos era una realidad, todas las mentiras y lo material cesaron, y la única verdad sostenible era la que siempre fue y será por toda la eternidad.
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lunes, 4 de noviembre de 2013
¿Te prometieron libertad alguna vez? Reflexión
Prometen libertad, pero ellos mismos son esclavos del pecado…
2 Pedro 2:19
La promesa de libertad de los líderes de opinión secular es lo más habitual y popular en un mundo donde creen que por ser cada uno su mismo dios, son libres.
Pero habla de que incluso líderes dentro de la iglesia, serán condenados como falsos maestros ¿Por qué? Porque aún siguen siendo prisioneros y esclavos de estas tres características y tendencias pecadoras y maliciosas:
-Buscar la fama
-Inmoralidad sexual (Todo tipo de acto sexual fuera del matrimonio)
-Codicia por lo material y el dinero.
A esto lo llama “La senda de Balán” (2 Pedro 2:15)
Y luego dice, en el versículo 19: Prometen libertad, pero ellos mismos son esclavos del pecado y de la corrupción porque uno es esclavo de aquello que lo controla.
¿Alguna vez sentiste que eras libre por cometer actos sexuales desenfrenados, por tener dinero en tu mano o obtener reconocimiento de otros? Fijate la diferencia entre el placer y el ser realmente libre, porque tu “libertad” puede estar incluso condicionada por tu placer, si es que ese placer es verdadero.
Pero la realidad nos muestra a miles de personas “exitosas” que terminaron sus vidas sin felicidad y con un profundo temor a la muerte. Muchos de ellos, creyeron ser libres pero al morir, no eran libres de su propia muerte.
Hoy en día, hay muchas promesas de libertad, dentro y fuera de la iglesia.
Pedro lo advierte. 2 Pedro 2:1-2
“En Israel también hubo falsos profetas, tal como habrá falsos maestros entre ustedes. Ellos les enseñarán con astucia herejías destructivas y hasta negarán al Señor, quien los compró. Esto provocará su propia destrucción repentina. Habrá muchos que seguirán sus malas enseñanzas y su vergonzosa inmoralidad; y por culpa de estos maestros, se hablará mal del camino de la verdad. “
Falsos maestros.
¿Cuántas veces sentiste que estabas viendo a alguno? Pedro los describe como los que siguen la senda de Balaán (Un profeta que se dejó llevar por la codicia del dinero).
Cuando pensamos en esto, nos suenan nombres de papas, líderes religiosos que predican enriquecimiento material, movimientos zen que dicen que la paz está en hacer silencio y piden dinero para sus cursos, “iglesias” que sólo se basan en el personalismo de algún pastor como si fueran Perón, o los casos más alevosos como la “iglesia universal” que habla de comprar aceites para la bendición, y así muchos casos más como sectas testigos de jehová, mormones que predican caminos que ni ellos mismos pueden seguir.
Hay una sola verdad que hace libre: Ser discípulos de Jesús.
Juan 8:31 dice: “Jesús les dijo a los que creyeron en él: -Ustedes son verdaderamente mis discípulos si se mantienen fiel a mis enseñanzas; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”
Un verdadero líder o maestro, lleva la verdad a sus seguidores, aún cuando tenga que entregar su vida al sacrificio más cruel. Jesús fue ese líder y nos dio el ejemplo, y ser su discípulo significa eso, llevar la verdad hasta el sacrificio que libera.
¿En qué está basado tu vida? ¿Hay una libertad eterna? ¿Estás verdaderamente librado de la muerte? ¿Y esos placeres momentáneos te dan libertad y paz?
Jesús puede darte libertad a través de su verdad.
Toda iglesia que predique esto y toda persona que lleva este mensaje es portadora del verdadero mensaje de salvación y libertad.
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jueves, 17 de octubre de 2013
No negociemos la bendición - Reflexión
No negociemos la bendición: Deuteronomio 28:1-14
-Bendiciones por la obediencia, no la obediencia por bendiciones; lo último, es negocio-
-Bendiciones por la obediencia, no la obediencia por bendiciones; lo último, es negocio-
"Si obedeces al Señor tu Dios en todo y cumples cuidadosamente sus mandatos que te entrego hoy, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las demás naciones del mundo. Si obedeces al Señor tu Dios, recibirás las siguientes bendiciones: (...)"
Podemos ver que en varias versiones de las traducciones al español de la Biblia, el título de este pasaje es "Bendiciones por la obediencia".
El pasaje enumera una serie de consecuencias favorables, bendiciones de Dios, a aquellos que eligen obedecerlo y cumplir los mandatos que él nos da. El problema en las malas interpretaciones de este tipo de pasajes, que habla de las bendiciones, es cuando cambiamos el orden de las cosas y buscamos obedecer por las bendiciones. Una especie de negociación con Dios.
Una nota bastante interesante comenta sobre el pasaje:
- Tu obediencia revela que Dios es tu Rey y Señor (Génesis 22:12, cuando Abraham obedece hasta casi sacrificar a su propio hijo Isaac).
- Tu obediencia a Dios, revela que lo amas.
- Tu obediencia prepara el camino a la intervención de Dios en todos tus asuntos.
- Tu desobediencia puede hacer que tu vida se complique.
Es interesante notar cómo Dios bendijo en todos los sentidos a los hombres de fe que aparecen en los relatos bíblicos.
A algunos les dio abundancia material, a otros hijos, en otros casos a victoria, pero hubo casos que fue el fracaso, la muerte de seres queridos y la pérdida material, o la desilusión (Daniel en el exilio; Job y la muerte de sus hijos y la pérdida de todas sus riquezas; Elías cuando fue perseguido y exiliado por defender el nombre de Dios). Y así tenemos variados casos más.
Pero hay algo en común en todas estas bendiciones, la primera y principal, el conocimiento del Dios verdadero.
Job lo supo expresar muy bien. Job 42:5-6
"De oídas había odio hablar de ti, pero ahora te veo con mis propios ojos. Por tanto, me retracto de lo que he dicho, y me arrepiento en polvo y ceniza"
Cuando uno conoce al Dios verdadero no puede hacer más que esta confesión de entrega y humillación, porque el conocimiento de él nos deja de rodillas y nos enamora por completo. Nada hay más hermoso que su presencia.
Pero esto no se trata de lo que hago, porque sino sería un negocio, sino de recibir la bendición al tener fe y creer en Jesús. Porque la obediencia, no es más que el resultado de la bendición de creer y conocer al salvador. La bendición más increible es conocer al verdadero Dios.
¿Tenés esa bendición? ¿Te sentís bendecido al punto de querer obedecer? No negocies. Simplemente, cree en Jesús y vas a poder ver a Dios.
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martes, 1 de octubre de 2013
Festejando la salvación - Festividades Judías y Cristianas - Relación
FESTEJANDO LA SALVACIÓN
Deuteronomio 16:1-17
(festividades judías y cristianas - relación)
Fiesta de la pascua - ("passover" pasar de largo)
Los judíos la festejaban como la liberación del pueblo de Dios
de la opresión de los Egipcios. Se recordaba con el sacrificio de vacas y
ovejas (versículo 2y6) y comiendo pan sin levadura, porque al salir de Egipto,
se hizo una salida rápida que no permitió la leudación de las masas.
Los cristianos festejamos la pascua, como la liberación del
Señor de la esclavitud real del pecado por medio del sacrificio de Jesús. EL
origen del Evangelio de salvación.
Recordamos ese sufrimiento de la esclavitud del pecado y la liberación por Fe en la Gracia
salvadora que se llevó a cabo en la muerte y resurrección de Cristo, que tomó
nuestro lugar de pecadores para librarnos de la condenación.
En ambos casos, se recuerda el sufrimiento de la
esclavitud (v.10) y salvación
milagrosa por el Señor mismo con su poder y no con esfuerzos humanos. Nada más
que uno es temporal, y el otro es eterno.
¿Sabés qué es el Evangelio?
Fiesta de las semanas - Pentecostés
Los israelitas tienen esta como una festividad por las
cosechas de trigo. Se ofrecían voluntariamente de acuerdo a las bendiciones que
Dios les daba a cada uno en cuanto a las cosechas.(v.10) Se alegrarán con los
que lo rodean (v.11).
Los cristianos "recordamos" el pentecostés como el
día de la manifestación del Espíritu Santo, que llevó a los apóstoles a ir a
predicar el evangelio (buena noticia) de salvación (la pascua). Los apóstoles
fueron a contarles la noticia de salvación a los que lo rodeaban. ¿Estamos
contando esta buena noticia?
Fiesta de las enramadas (Tabernáculos) - Las enramadas son
como "carpas" hechas con ramas de árboles de olivo.
Los israelitas recuerdan con esta festividad la condición
que se vivió en el momento posterior a la liberación en el desierto.
Era un mandato alegrarse con los familiares y todos los que
los rodeaban (v.14). Era, también, un mandato llevar ofrendas de acuerdo a la
bendición recibida para dárselo al Señor y luego este era compartida con los
demás (v.15-16).
La iglesia de Jesucristo, la reunión de los cristianos que
comparten la alegría de la salvación y libertad en cada reunión, diferente a lo
que hoy muchos dicen de iglesia, comparten con sus hermanos no solo la
bendición material sino la Espiritual. Porque el fin último de la llegada de
Cristo (el suceso de la Pascua) es el establecimiento de su Reino eterno y la
recomposición de sus hijos. Por eso las fiestas de las enramadas puede tener un
significado relacionado con lo que es estar bajo un mismo techo adorando y
recordando las bendiciones nuestro Señor, compartiéndolas con los hermanos.
¿Cuál es nuestro aporte y bendición que compartimos?
Todas estas preguntas nos llevarán a ser lo que Cristo quiso de nosotros, ser edificadores del Reino de los Cielos. Y esto se logra de una sola forma:
Mateo 28:19-20
"Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado.
Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los
tiempos."
¿Crees es Cristo? ¿Deseas la libertad eterna de la esclavitud?
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lunes, 5 de agosto de 2013
El día en que Dios salvó a un borracho rico - Relato - por Martín Kim
En las lejanas y remotas tierras del norte de la península asiática, Kim disfrutaba del alcohol entre otros seis ricachones y terratenientes de la zona.
En medio de carcajadas y alaridos, estos hombres se sentaban en ronda contando sus anécdotas de cómo habían conquistado a sus mujeres, mientras que otros simplemente hacían alarde de lo mucho que habían pagado por sus esposas. Kim, un hombre grande de unos cuarenta años, era un tipo carismático entre ellos, nunca dejaba que otro llevara las riendas del encuentro, ese era su orgullo. Él los organizaba y él los guiaba. Cada semana por medio los terratenientes buscaban motivos diferentes para encontrarse pero eran simples excusas. Sólo para dar un buen argumento a sus mujeres, estos hombres salían de parranda y borracheras diciendo que iban a hacer algunos negocios.
Pero una noche no tan fría de otoño a principios del siglo XX, mientras estos hombres festejaban entre carcajadas y gritos la adquisición de un terreno nuevo, Kim cae repentinamente sobre la mesa y derrama todo el alcohol, mojando a sus compañeros y dejando un silencio absoluto, en el cual los otros seis ricachones se miran atónitos. Uno creía que era el alcohol que le había hecho un rápido efecto y con un par de cachetadas intenta despertarlo, pero los demás entienden que Kim no era tan débil como para emborracharse con un par de bazos. Luego de un largo silencio, porque el que interrumpía los silencios siempre era Kim, uno de sus compañeros lo levanta cargándolo y le grita a los demás:
_¡Rápido! llevémoslo al hospital_.
Todos embarullados se mueven y lo meten en uno de los carruajes para transportarlo lo más rápido posible.
En el hospital, un joven médico casi dormido ve llegar a estos hombres que le hacen señas y gestos. Éste abre la puerta con urgencia y lo llevan a la precaria sala donde es atendido por este mismo médico y algunas enfermeras. El médico ve que el asunto es un tema delicado y manda a una de las enfermeras a llamar al jefe del hospital que vive a unas cuadras del lugar.
Un compañero de Kim decide dar aviso a la familia y corre hacia afuera. Kim no reacciona ante ningún intento del joven médico y los demás compañeros le ponen presión para que actúe rápido pero éste ya no sabe más que hacer. Es en ese instante cuando llega un hombre grande caminando a pasos acelerados y colocándose su guardapolvo. El doctor principal primero envía a que todos se vayan de la sala con autoridad y comienza a revisar al hombre pero no es bueno el pronóstico, aunque Kim sigue presentando signos vitales éste está en un estado vegetativo y no reacciona. El doctor manda a poner el único respirador y a asistirlo con lo poco que hay en el único y precario hospital de la ciudad.
Al salir de la sala, el doctor se encuentra ante la mujer de este hombre que se avalancha contra él y le pide explicaciones. Ella tiene una mirada perdida y no entiende aún que ocurre y los compañeros de Kim intentan calmarla para escuchar al doctor. Mientras tanto unas cuantas mujeres más jóvenes aturdidas también acompañan a esta mujer, son las hijas del asistido. Pero el doctor tiene que dar la noticia:
_difícilmente, este hombre se levante y vuelva a tener una vida normal, capaz sea momento de prepararse para despedirlo_.
Durante los primeros días, Kim recibe muchas visitas al hospital y muchos hombres no pueden entender como este hombre yacía de manera indefensa en una cama sin reacción alguna. Cada hombre que pasaba, buscaba algún motivo por el cuál este líder social y de negocios tuvo que caer de manera tan absurda en coma. Su mujer recibía aliento de parte de ellos, pero ella entendía que no había muchas esperanzas. No había hijo que lo suceda y el dinero pronto se acabaría con el costoso precio del hospital, y la administración de las tierras era asunto de su esposo y pronto tendría que venderlas porque una mujer no podía encargarse de ellas. Entiende que si la situación no se reverte deberá estar buscando otro hombre pero ya es tarde para su edad, quién querría casarse con una mujer tan adulta. Solo puede casar a sus hijas y luego esperar un futuro incierto.
En la desesperación, la mujer empieza a adornar la habitación con dibujos, frutas, vegetales y algunas imágenes. Prende algunas velas e incensarios y comienza a evocar a los espíritus. Sus ancestros le habían enseñando esas técnicas confusionistas y de chamanismo para rituales que atraigan la buena suerte y curen al casi difunto, pero ella se siente ridícula. Nada ocurre.
Las visitas ya no son tantas como la primera semana, y cada vez son menos los que tienen interés en la salud de Kim. Sus hijas se preparan para ser casadas a temprana edad y la mujer se quiebra frente al dormido hombre. Entre lágrimas ve hacia el cielo y balbucea unas pocas palabras:
_si existe algún dios, que me ayude_.
Un hombre a la puerta de la habitación del hospital ve la desesperación de la mujer. Este hombre no puede evitar escuchar las súplicas de la mujer y entiende que está buscando a algún ser sobrenatural que pueda acudir en su desesperación.
El hombre con mucho respeto interrumpe pidiendo permiso para entrar a la habitación. La mujer seca sus lágrimas y lo ve con desconfianza, no es un hombre que ella conozca o que sepa que ha trabajado con su marido. Pero este hombre se presenta:
_disculpe, soy el pastor de la pequeña iglesia que está a unos pocos metros. No pude evitar ver su dolor y quisiera ayudar_.
La mujer desconfiadamente lo observa y le pregunta qué es lo que puede hacer por ella y su esposo. El pastor con una mirada compasiva y tranquilizante dice:
_Usted quería saber si Dios existe, y si la puede ayudar. Bueno, yo conozco a ese Dios y quiero presentárselo a usted y a su familia_
Atónita ante el mensaje, solo dice unas palabras para ahuyentar al hombre:
_Si ese Dios existe, entonces que cure a mi esposo y que él se levante nuevamente. De esta forma yo voy a creer_
El pastor sonríe ante la respuesta y hace un pacto con la mujer:
_Yo oraré invocando a Dios, y el hijo de este mismo Dios, Jesús, quien nos da la oportunidad de conocerlo, será quien cure a su esposo. Y así, usted creerá y entenderá que éste es el único Dios verdadero_
La mujer accede ante las palabras del pastor y este pone sus manos en las manos de Kim y ora por la salud de éste. La mujer no podía comprender lo que sucedía en su interior mientras el pastor oraba, ella sabía que no había más esperanzas que creer en este hombre desconocido y aceptar esas palabras y a ese tal Jesús. De esta manera, simplemente cierra los ojos junto al pastor y deja que este proceda.
Las lágrimas corren por su rostro y suspira cada vez que el pastor dice _en el nombre de Jesús_ Ella simplemente, se deja llevar.
Cuando el pastor termina, la mujer es tocada por una mano que toma la suya. Ella piensa que el doctor se está despidiendo y abre poco a poco sus ojos secándose las lágrimas. Ante su sorpresa el pastor está a un lado y el que toma la mano de ella es Kim, quien aún acostado y con un solo ojo abierto la mira y le dice:
_Dios, Dios nos salvó_
Esta es la historia de mi bisabuelo. Él tuvo la oportunidad de conocer a Cristo por medio de este suceso milagroso hace casi cien años atrás en lo que hoy día es Corea del Norte.
Sinceramente no sé bien los detalles de la historia, pero muchos me fueron narrados por mi Papá quien aún conserva algunos datos de este suceso tan estremecedor y maravilloso para mi familia. Como amo escribir y crear historias, qué mejor que completar esta historia que solo se de a pedazos sobre cómo Jesús llegó a la familia de mi papá y luego él nos dio ese legado de Fe que hoy tanto le agradezco.
Si hay algo que es verdad de toda esta historia, es que mi bisabuelo cayó en un estado de muerte cerebral o estado vegetativo y ante los intentos de brujería de mi bisabuela, un pastor, que anhelo conocer cuando vaya al Reino de los Cielos, le predicó sobre Jesús a mi bisabuela. Ella lo desafió diciendo que si Dios era real que curara a su marido y el milagro sucedió luego de la oración del pastor.
Lo mas grandioso de todo esto es que aún mi abuelo no había nacido, y que fue tan sano luego del milagro mi bisabuelo que lo tuvo luego de este incidente. Pero aún hay algo más grandioso que todo esto, y es que gracias a esa pequeña prédica, hoy día mi familia disfruta de compartir el gran amor de Jesús y de entender de que creer en el único Dios vale la pena. ¡Gloria a Dios!
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Relatos
miércoles, 31 de julio de 2013
Cosas que le fascinan al diablo de los cristianos - "La generación emergente"
Este es una sección que saqué del libro de Junior Zapata "La generación emergente" en el capítulo 4 -Crítica-. Sinceramente, me hizo reír por su manera chistosa y poética de expresarse pero al mismo tiempo llorar por lo real de esta crítica, y no pude más que pegar mis rodillas al suelo y pedir perdón por mi y por mi iglesia y clamar por restauración.
Creo que más que tomarlo como una crítica negativa, uno debe tomarlo como un espejo para verse y poder empezar a reformar nuestros aspectos que dan retroceso al proceso de evangelización en el mundo.
La sana doctrina no es tradición, sin embargo muchos quieren confundirla o entremezclar esta cuestión. Seamos cristianos renovados, reformados y nunca dejemos de buscar lo que Dios siempre quiso para todas las épocas: La salvación por medio de Cristo y su glorificación.
¡Que les sea de edificación!
COSAS QUE LE FASCINAN AL DIABLO DE LOS CRISTIANOS
1. En el automóvil tienen calcomanías de Jesús por todos lados, pero manejan como endemoniados.
2. Como si fueran "pescadores" usan "pescaditos", tienen la ilusión que eso los hace cristianitos.
3. Critican a los vecinos porque hasta la madrugada les duró el fiestón, pero en la reunión del domingo despiertan al vecindario con "echó a la mar los carros del faraón..."
4. En la iglesia, a las mujeres los hermanos les dicen: "hermanitas", en la calle: "mamacitas".
5. Llegan temprano al culto los domingos porque son "buenos servidores", durante la semana llegan tarde al trabajo porque son malos trabajadores.
6. Los papás prefieren salvar al mundo entero y quedar bien con el pastor, en lugar de salvar a sus propios hijos y quedar bien con el Señor.
7. Oran en voz alta enfrente del palacio de gobierno: "Que Dios prospere a nuestro país en esta marcha venimos a pedir", y al mismo tiempo buscan la mejor manera de los impuestos evadir.
8. Las hermanas en su tele, hasta el canal tienen marcado, así pueden cambiar de Benny Hinn (evangelista de la prosperidad) a Walter Mercado.(astrólogo y adivino)
9. Enseñan que Jesús nació "como pobre", pero le ponen un precio a todo lo que tiene su nombre.
10. Como predican: "si eres de los nuestros al cielo subes", ponen el precio de entrada de sus eventos por las nubes.
11. Entre sí se llaman "hermanos" como si fueran familia, pero viven como enemigos teniéndose envidia.
12. Dicen que Jesús vino a liberar, pero usan las reglas para esclavizar.
13. Le piden dinero a la gente más de lo que se lo piden a Dios, dicen: "si tú me das uno el Señor te da dos".
14. Se enorgullecen de conocer mucho de la Palabra de Dios, y como conocen muy poco al Dios de la Palabra, no reconocen su voz.
15. Hablan más de sus pastores que lo que hablan de Jesús, prefieren contar de su iglesia que contar de la cruz.
16. Los jóvenes danzan y danzan aunque el cuerpo les duela, pero son tan haraganes que les va mal en la escuela.
17. Los viejos critican y critican a la nueva generación, olvidándose de que las almas importan más que la tradición.
18. En playeras, música y conciertos invierten su dinero, pero no tienen para sostener a un misionero.
19. En su iglesia todos quieren tener al presidente, al empresario y al profesional, nadie quiere al drogadicto, a la prostituta o al homosexual.
20. De autonombrarse líderes del pueblo se toman la libertad, olvidándose de que si de veras fueran siervos ejercerían la humildad.
21. Invierten millones en sus medios de comunicación, pero los usan para engrandecerse y causar división.
22. Al mismo tiempo que discuten quién tiene la razón y la verdad, su país camina en perdición y oscuridad.
23. A Jesús lo llaman Señor, se lo repiten sin cesar, pero no importa pues parece que nunca lo van a honrar.
24. Cantan "firmes y adelante", pero se quedan en su iglesia y no van a ninguna parte.
25. Mientras los cristianos en su mundo se divierten, Jesús llora e silencio por las almas que se pierden.
Creo que más que tomarlo como una crítica negativa, uno debe tomarlo como un espejo para verse y poder empezar a reformar nuestros aspectos que dan retroceso al proceso de evangelización en el mundo.
La sana doctrina no es tradición, sin embargo muchos quieren confundirla o entremezclar esta cuestión. Seamos cristianos renovados, reformados y nunca dejemos de buscar lo que Dios siempre quiso para todas las épocas: La salvación por medio de Cristo y su glorificación.
¡Que les sea de edificación!
COSAS QUE LE FASCINAN AL DIABLO DE LOS CRISTIANOS
1. En el automóvil tienen calcomanías de Jesús por todos lados, pero manejan como endemoniados.
2. Como si fueran "pescadores" usan "pescaditos", tienen la ilusión que eso los hace cristianitos.
3. Critican a los vecinos porque hasta la madrugada les duró el fiestón, pero en la reunión del domingo despiertan al vecindario con "echó a la mar los carros del faraón..."
4. En la iglesia, a las mujeres los hermanos les dicen: "hermanitas", en la calle: "mamacitas".
5. Llegan temprano al culto los domingos porque son "buenos servidores", durante la semana llegan tarde al trabajo porque son malos trabajadores.
6. Los papás prefieren salvar al mundo entero y quedar bien con el pastor, en lugar de salvar a sus propios hijos y quedar bien con el Señor.
7. Oran en voz alta enfrente del palacio de gobierno: "Que Dios prospere a nuestro país en esta marcha venimos a pedir", y al mismo tiempo buscan la mejor manera de los impuestos evadir.
8. Las hermanas en su tele, hasta el canal tienen marcado, así pueden cambiar de Benny Hinn (evangelista de la prosperidad) a Walter Mercado.(astrólogo y adivino)
9. Enseñan que Jesús nació "como pobre", pero le ponen un precio a todo lo que tiene su nombre.
10. Como predican: "si eres de los nuestros al cielo subes", ponen el precio de entrada de sus eventos por las nubes.
11. Entre sí se llaman "hermanos" como si fueran familia, pero viven como enemigos teniéndose envidia.
12. Dicen que Jesús vino a liberar, pero usan las reglas para esclavizar.
13. Le piden dinero a la gente más de lo que se lo piden a Dios, dicen: "si tú me das uno el Señor te da dos".
14. Se enorgullecen de conocer mucho de la Palabra de Dios, y como conocen muy poco al Dios de la Palabra, no reconocen su voz.
15. Hablan más de sus pastores que lo que hablan de Jesús, prefieren contar de su iglesia que contar de la cruz.
16. Los jóvenes danzan y danzan aunque el cuerpo les duela, pero son tan haraganes que les va mal en la escuela.
17. Los viejos critican y critican a la nueva generación, olvidándose de que las almas importan más que la tradición.
18. En playeras, música y conciertos invierten su dinero, pero no tienen para sostener a un misionero.
19. En su iglesia todos quieren tener al presidente, al empresario y al profesional, nadie quiere al drogadicto, a la prostituta o al homosexual.
20. De autonombrarse líderes del pueblo se toman la libertad, olvidándose de que si de veras fueran siervos ejercerían la humildad.
21. Invierten millones en sus medios de comunicación, pero los usan para engrandecerse y causar división.
22. Al mismo tiempo que discuten quién tiene la razón y la verdad, su país camina en perdición y oscuridad.
23. A Jesús lo llaman Señor, se lo repiten sin cesar, pero no importa pues parece que nunca lo van a honrar.
24. Cantan "firmes y adelante", pero se quedan en su iglesia y no van a ninguna parte.
25. Mientras los cristianos en su mundo se divierten, Jesús llora e silencio por las almas que se pierden.
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sábado, 27 de julio de 2013
¿Quién puede interpretar correctamente la Biblia? - Artículo
Hago referencia a un artículo que se encuentra en la Biblia de estudio para líderes de jóvenes, editorial Vida.
La recomiendo para aquellos interesados en tener una Biblia con artículos de interés para ministros, maestros y tutores de adolescentes.
¿Quién puede interpretar correctamente la Biblia?
En realidad, la respuesta corta a esta pregunta es que usted, yo o cualquier persona puede interpretar correctamente la Biblia. Sí, incluso alguien inconverso.
No pretendo decir que cualquiera acepta la Biblia o es transformado por su poder, sino que todos tienen el potencial de interpretar bien las Escrituras. Sin embargo, sabemos que lo anterior no sucede. No son todos los que saben interpretar la Biblia de manera adecuada. Entonces ¿Cuál es el secreto? ¿Cuáles son las condiciones para llegar a interpretar bien las Sagradas Escrituras?
Se debe comenzar diciendo que no existen fórmulas secretas o especiales para comprender el sentido correcto de la Biblia. Este es un libro dirigido a los seres humanos, por l tanto, está diseñado para que ellos lo lean y lo entiendan. No obstante, sí es cierto que se debe cumplir condiciones a fin de comprender la Biblia.
La primera condición es respetarla según sus variados géneros literarios. Dicho de otro modo, aquel que busca interpretar correctamente la Escritura llega a aprender que las historias se interpretan como historias, los salmos como cánticos, los proverbios como tales y las cartas como correspondencia personal. Los problemas comienzan cuando interpretamos los salmos como que si fueran las cartas de Pablo, o los libros apocalípticos como teología moderna. Cada género tiene sus particularidades, atractivo y significado, el cual encaja muy bien dentro del propósito general que Dios le ha querido dar a toda la Biblia.
La segunda condición es respetar el trasfondo histórico de cada pasaje. Si debemos interpretar un texto, llegaremos a apreciar en qué momento fue escrito, quién lo escribió, a quién fue dirigido, qué costumbres se muestran en él y qué entendió el lector original, entre otras cosas. Es por ello que los maestros de la Biblia señalan a menudo: "lo que el autor quiso decir a sus lectores fue...". Por ejemplo, podemos entender mejor el escándalo de la historia del buen samaritano si recordamos que ellos eran judíos mestizos, mezclados con otras razas, razón por la que el pueblo los odiaba. Sin embargo, en esta historia Jesús considera a este samaritano como el héroe que ayudó al necesitado.
La tercera condición es respetar el contexto de cada pasaje, es decir, el argumento, inmediato o mediato dentro del cual se ubica un texto específico. Por ejemplo, si solo leemos: "si la esperanza que tenemos en Cristo fuera sólo para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los mortales" (1 Corintios 15:19), entraríamos en dudas con respecto a nuestra esperanza cristiana. No obstante, ese pasaje trata de imaginar qué pasaría "si Cristo no resucitó" (1 Corintios 15:13) y después aclara que "lo cierto es que Cristo ha sido levantado". Como vemos, resulta muy importante comprender el argumento del autor considerando el contexto de lo que dice.
Por último, hay una condición espiritual. Los no creyentes tienden a pensar que ciertas partes del mensaje cristiano son locura (1 Corintios 1:18), mientras que otras provocan enojo (Hechos 7:54) o simplemente constituyen un motivo de burla (Hechos 17:32). Un inconverso puede leer y hasta entender la Biblia, pero no llega a comprender a cabalidad su mensaje y a aceptarlo sin la ayuda del mismo Dios a través del Espíritu Santo, el cual mora en todos los creyentes. Aquí vale parafrasear lo que dijo Martín Lutero: "Un campesino con la Biblia sabe más de las cosas espirituales que los sabios con toda su ciencia". Al final, podemos concluir que la Biblia la puede interpretar cualquier persona que la respete como libro, la estudie como historia y la acepte como mensaje de Dios.
La recomiendo para aquellos interesados en tener una Biblia con artículos de interés para ministros, maestros y tutores de adolescentes.
¿Quién puede interpretar correctamente la Biblia?
En realidad, la respuesta corta a esta pregunta es que usted, yo o cualquier persona puede interpretar correctamente la Biblia. Sí, incluso alguien inconverso.
No pretendo decir que cualquiera acepta la Biblia o es transformado por su poder, sino que todos tienen el potencial de interpretar bien las Escrituras. Sin embargo, sabemos que lo anterior no sucede. No son todos los que saben interpretar la Biblia de manera adecuada. Entonces ¿Cuál es el secreto? ¿Cuáles son las condiciones para llegar a interpretar bien las Sagradas Escrituras?
Se debe comenzar diciendo que no existen fórmulas secretas o especiales para comprender el sentido correcto de la Biblia. Este es un libro dirigido a los seres humanos, por l tanto, está diseñado para que ellos lo lean y lo entiendan. No obstante, sí es cierto que se debe cumplir condiciones a fin de comprender la Biblia.
La primera condición es respetarla según sus variados géneros literarios. Dicho de otro modo, aquel que busca interpretar correctamente la Escritura llega a aprender que las historias se interpretan como historias, los salmos como cánticos, los proverbios como tales y las cartas como correspondencia personal. Los problemas comienzan cuando interpretamos los salmos como que si fueran las cartas de Pablo, o los libros apocalípticos como teología moderna. Cada género tiene sus particularidades, atractivo y significado, el cual encaja muy bien dentro del propósito general que Dios le ha querido dar a toda la Biblia.
La segunda condición es respetar el trasfondo histórico de cada pasaje. Si debemos interpretar un texto, llegaremos a apreciar en qué momento fue escrito, quién lo escribió, a quién fue dirigido, qué costumbres se muestran en él y qué entendió el lector original, entre otras cosas. Es por ello que los maestros de la Biblia señalan a menudo: "lo que el autor quiso decir a sus lectores fue...". Por ejemplo, podemos entender mejor el escándalo de la historia del buen samaritano si recordamos que ellos eran judíos mestizos, mezclados con otras razas, razón por la que el pueblo los odiaba. Sin embargo, en esta historia Jesús considera a este samaritano como el héroe que ayudó al necesitado.
La tercera condición es respetar el contexto de cada pasaje, es decir, el argumento, inmediato o mediato dentro del cual se ubica un texto específico. Por ejemplo, si solo leemos: "si la esperanza que tenemos en Cristo fuera sólo para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los mortales" (1 Corintios 15:19), entraríamos en dudas con respecto a nuestra esperanza cristiana. No obstante, ese pasaje trata de imaginar qué pasaría "si Cristo no resucitó" (1 Corintios 15:13) y después aclara que "lo cierto es que Cristo ha sido levantado". Como vemos, resulta muy importante comprender el argumento del autor considerando el contexto de lo que dice.
Por último, hay una condición espiritual. Los no creyentes tienden a pensar que ciertas partes del mensaje cristiano son locura (1 Corintios 1:18), mientras que otras provocan enojo (Hechos 7:54) o simplemente constituyen un motivo de burla (Hechos 17:32). Un inconverso puede leer y hasta entender la Biblia, pero no llega a comprender a cabalidad su mensaje y a aceptarlo sin la ayuda del mismo Dios a través del Espíritu Santo, el cual mora en todos los creyentes. Aquí vale parafrasear lo que dijo Martín Lutero: "Un campesino con la Biblia sabe más de las cosas espirituales que los sabios con toda su ciencia". Al final, podemos concluir que la Biblia la puede interpretar cualquier persona que la respete como libro, la estudie como historia y la acepte como mensaje de Dios.
viernes, 17 de mayo de 2013
El método más efectivo: Discipular
En una época donde se busca volver a la esencia del cristianismo, el discipulado suena como la manera originaria que el Mesías, Jesucristo, usó para la misión de salvar a las almas perdidas.
¿Por qué buscaríamos otro método que no sea éste? ¿Acaso el maestro se equivocó? No, los que estamos equivocados somos nosotros. Si queremos negar el discipulado y seguir generando movimientos que crean decisiones momentáneas, obtendremos como resultado una fe fugaz y puramente basada en sentimientos. Esto causa de una simple cuestión: no somos bíblicos.
Pero no quiero extenderme más, sino dejarles este simple video que lo explica muy bien. Espero le sea de reflexión.
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martes, 2 de abril de 2013
Creer = Hacer
En una lejana tierra en medio oriente, un hombre había revolucionado las creencias y las cosmovisiones de las leyes tanto religiosas como morales. Éste planteaba una idea de Reino soberano y espiritual que sobrevendría sobre los que creen en el poder del perdón de los pecados a través del sacrificio y resurrección del mismo Hijo del Dios altísimo, él mismo. Muchos lo tratarían como loco, otros estarían perplejos ante tal difícil doctrina pero unos cuantos eligieron seguirlo y creer, o como mejor suene, creer y seguirlo.
Pero en esta última frase está la cuestión más controversial pero al mismo tiempo más misteriosa de Las Sagradas Escrituras, la Biblia. ¿Por qué debemos creer y luego hacer o hacer para creer? Todo parece un juego de palabras, pero en esta oración redundante está el camino a ver el milagro.
Jesús al resucitar al tercer día vino a traerle paz a sus amados discípulos, que angustiados se escondían ante la incertidumbre de lo que les iba ocurrir, y a decirles que él vivía.
En ese momento, Jesús les dice lo que deben hacer: "Como el Padre me envió a mí, yo los envío a ustedes." (Juan 20:21) Podemos imaginar a los discípulos, aún no saliendo de su asombro y perplejidad, mirándose unos a otros y preguntándose cómo deberían enfrentar tal orden del maestro ahora resucitado, solo vemos una instrucción "Crean".
Luego de unos días, Jesús aparece nuevamente, y esta vez a aquel que había sido incrédulo ante la mención de todos sus compañeros, a Tomás quien al verlo y tocarlo exclama: "¡Señor mío y Dios mío!" a lo que Jesús contesta: "Porque me has visto, has creído, dichosos los que no han visto y sin embargo creen." Juan 20:28-29
Tanto en la aparición a sus discípulos y luego a Tomás, se remarca la necesidad y condición para hacer: Creer. Es tan importante que Juan lo enfatiza en el capítulo 20, verso 31:
"Pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida por medio de él."
La confianza en Jesús es un aspecto fundamental del cristiano. Unos días mas tarde, cuando los discípulos habían ido a pescar, Jesús les dio la orden de tirar la red hacia el otro lado y estos así lo hicieron. Dos veces ocurrió este mismo acontecimiento con el mismo resultado (primero en el llamado de Pedro y el otro, luego de la resurrección) ¿Por qué?
Porque creer en la palabra de Jesús está totalmente asociado con el hacer, con la acción. Y así lo hicieron sus discípulos. Obviamente luego de creer y hacer vino el milagro y éste será el resultado de confiar con acciones en lo que Jesús nos manda.
Jesús desea que uno crea en sus palabras, por lo tanto, hacer lo que él pide demuestra que uno cumple en obediencia y sobre todas las cosas está creyendo, teniendo fe, y confiando en él. A partir de que uno confía hace y desde que uno hace puede reafirmar que cree, todo se conecta, porque Dios quiere ver los "HECHOS de los apóstoles" y no el "Pensar de los apóstoles", y cuando uno hace puede estar seguro que el milagro se está revelando, el milagro de la Fe.
Sin embargo, hoy en día muchos basan su Fe en sentimientos y en sensaciones, una falacia. Porque al basarse en sentimientos y sensaciones, el creer está íntimamente relacionado con como uno se despierta en el día y no en la decisión que se tiene y se desea por fuera de los sentimientos. Tanto el temperamento como el sentimiento no puede ser nuestra base para confiar en Dios y creer en él, porque Jesús nunca dijo "Si sienten, si les tiembla el pecho, si lloran... crean" dijo simplemente: CREAN. Y cuando hablamos de creer estamos hablando de todas esas palabras que él pronunció, entre ellas, la que dijo antes de ascender a los cielos:
"El que crea y sea bautizado, obtendrá la salvación; pero el que no crea, será condenado. Y estas señales acompañarán a los que creen: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes; y si beben algo venenoso, no les hará daño; además pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos sanarán." Marcos 16:16-18
Por tanto, el creer es el inicio y el hacer es la consecuencia, mejor dicho, el fruto de creer, y el resultado será ver el milagro que confirma la Fe, el cual fue la gran pesca para los discípulos. Pero sería erróneo esperar un resultado, un milagro sin creer y por ende, sin hacer, porque al no creer los discípulos nunca hubieran tirado la red al otro lado y al no hacerlo nunca hubieran visto el milagro de los ciento cincuenta y tres peces que les confirmó que quién les había dado tal orden era ni nada menos que el mismísimo Hijo de Dios, aquel quien había resucitado de la muerte.
"Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta.
Sin embargo, alguien dirá: "tú tienes fe, y yo tengo obras."
Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré la fe por mis obras. ¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan" Santiago 2:17-19
Este pasaje no declara que por medio de las obras uno se gana la Fe, mala interpretación que muchos hicieron, sino que la Fe verdadera tiene frutos verdaderos, y éstos serán obras que agraden al Señor y cumplan con sus mandamientos.
Las obras de un cristiano revelan la Fe. El creer es igual a hacer, porque nadie que se entere que hay salvación se calla para guardársela para sí mismo, porque la buena noticia siempre es motivo de compartir y de esparcirla para que todos la escuchen, y porque nadie que crea en la verdad salvadora de Cristo podrá simplemente callarse.
Por lo tanto, si decís ser cristiano y no vivís como dice la palabra, es tiempo de que reveas tu condición y examines el fruto de tu Fe, y si no lo hay es tiempo de pedir que la verdad se haga presente en tu vida con Cristo y su perdón eterno para ser un verdadero cristiano. En cambio, si aún no tomaste una decisión por seguir a Jesús, es tiempo de que dejes de esperar una luz mágica del cielo y empieces a ver con Fe (no con sentimientos) las obras y las palabras de Jesús, te vas a dar cuenta de que Jesús fue un líder que predicó lo que vivió e impulsa que todos aquellos que deseen aprovechar sus vidas deben seguirlo y creer para ver verdaderas obras que cambian, perdonan y aman lo imposible.
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Reflexiones
martes, 12 de marzo de 2013
Eso que hay en mis manos - Relato
La noche es cálida pero ventosa, de esas cuando el verano se está despidiendo, que sopla frente al rostro con una suave brisa y que susurra al oído mientras uno camina. La avenida Córdoba ya no es la avenida ruidosa sino una avenida que de a tanto pasan autos a montones por la sincronización de los semáforos y las personas escasean a la vista, sólo algunos vagabundos que se empiezan a acomodar en sus improvisadas carpas y camas, y algún que otro cartonero haciendo su trabajo. Son casi las diez de la noche y salgo de esas primeras cursadas donde el profesor solo dijo palabras sin contenido y de presentación, y en mi mano llevo lo que siempre me acompaña pero no puede calmar mi ansiedad porque los sentimientos de cansancio y soledad fluctúan mientras camino viendo las luces de la ciudad que poco a poco se van silenciando de la rutina semanal.
Mirando el
suelo de la plaza frente a tribunales, con ceño fruncido, pienso en la pérdida. La música de mis auriculares no evita que siga pensando y reflexione sobre la
vida, y miles de palabras cruzan mi mente, tanto lo que ocurrió como lo que se
podría haber evitado. Todo es un círculo que recae en la culpa de mi persona y
nada me basta, todo es contradictorio y ni siquiera lo que tengo en la mano me
da respuestas a poder salir adelante esperando un futuro mejor. Miro fijamente
mi mano derecha y me doy cuenta de que ya no simplemente lo tomo sino que lo
aprieto, como si la fuerza hiciera caer las palabras que quiero ver.
Luego de
casi un mes de la pérdida, el dolor que parecía haber desaparecido, juega una
suerte de recordatorio. Cada vez que cruzo lugares, restaurantes, momentos, el
dolor hace de una suerte de alarma para que la nostalgia surja y recuerde los
bellos momentos en que no estaba solo cruzando estas calles y venías conmigo compartiendo
juntos lo que había dentro de esto que llevo en la mano ahora. Pero ahora
muchas de las cosas que ocurrieron pierden sentido al haber pasado por lo que
uno menos esperaba. Y sigo caminando, emprendiendo mi camino a casa a paso
lento, como esperando que el tiempo vuelva atrás y me diga que nada de lo que
pasó ocurrió.
La noche
parece ser más penetrante cuando atravieso ese gran parque antes de tomarme el
noventa y nueve que se para frente a tribunales. Sin querer me detengo a ver
las luces de aquel monumento grande y luminoso que está detrás del parque y me
doy cuenta de que en ese teatro tan famoso alguna vez estuviste mientras yo
cruzaba este parque, y que luego nos enteramos de que estábamos tan cerca pero
sin saberlo. Pero ahora, en este preciso momento, esa historia no es más que el
principio de un final.
Mientras el
colectivo se acerca miro la hora en mi silencioso celular, ya marca las diez y
veinte minutos, suspiro mientras levanto la mano y me subo: _dos con treinta y
cinco-. (No se desde cuando subió tanto la tarifa). En el colectivo, no me
animo a abrirlo porque puede llegar a ser peligroso y decir palabras que hieran
mi nostalgia y alimenten el dolor cotidiano. Sin embargo, lo sostengo sin mirarlo
y observando el paisaje le pregunto a Dios qué tan efímero soy entre todas esas
personas que pasan en la gran ciudad y cuando hay que yo no sé. _Señor mío,
¿Acaso tiene algún sentido seguir pensando? ¿Vale la pena seguir viviendo de
esta manera?_ y así podría seguir hasta incluso morir. Pero mi cobardía no
reside en el cuestionamiento constante sino en el no poder ver hacia abajo y
buscar la respuesta que debo tener, todo por el miedo a la nostalgia y al golpe
duro que puede provocar. - ¡Pero antes me fortalecía!- le grito a mi mente en un grito silencioso de
dolor, -¿Por qué acaso no puedo verte ahora y alegrarme como antes?-
Me mantengo
en silencio y pasan minutos sin moverme, sin despegar mi cabeza de la ventana,
sin dejar de mirar las luces que pasan, los autos pasando a un lado y al otro,
los locales cerrados de las avenidas. El tiempo pasa lento y el trayecto se
hace largo y me desespero. Resisto a las lágrimas por orgullo y veo una vez más
lo que está en mis manos y amago con abrirla pero me niego. Ya pasó más de una
hora de una mano a otra sin llegar nunca a ser abierta, pero en un descuido, la
brisa del viento que entra en una de las ventanas la abre y me dejo llevar y
veo:
“El amor es paciente, es
bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta
con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor…”
Suspiro… Pero nuevamente
veo hacia abajo:
“…El amor no se deleita
en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo
cree, todo lo espera, todo lo soporta…”
Cierro para que las
palabras no sigan doliendo y una lágrima cae sin permiso.
“todo lo disculpa, todo
lo cree, todo lo espera, todo lo soporta…”
_Que palabras tan
complicadas_ digo en voz baja. Pero no hay cosa tan dura como la verdad.
El trayecto comienza a
llegar a su fin y mi descanso espera. Todavía en mis manos yace lo que tanto
aprecio pero al mismo tiempo la evito por orgullo. Sin embargo, se que volverá
a ser abierta y me ayudará a asumir la cuestión de la verdad porque no se trata
de lo que quiera creer y no ver sino que algún día terminaré asumiendo la
realidad de las cuestiones que me atormentan. Al fin y al cabo, soy un ser efímero
más dentro de la infinita línea de tiempo de la eternidad de la cual estos
acontecimientos no serán más que polvo en el universo.
Al fin llego y toco el
timbre para bajarme del colectivo, y en esa cuadra que camino antes de entrar a
mi hogar resuelvo la cuestión. Me digo a mi mismo _Voy a dormir y mañana volveré
a pensar en estas palabras. Por lo tanto, seguiré teniéndote en mi mano para
que de a poco me digas tu verdad_
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Relatos
jueves, 7 de marzo de 2013
El consejo de una madre sabia
Rindiendo el mérito que una madre que conduce con el amor de Cristo a sus hijos se merece. Ayer ella me escribió un mail diciendo (comentando su experiencia cuando viajó a Ushuaia, provincia al extremo sur de Argentina):
-Había como tres mil pingüinos magallánicos, y tan solo uno que le dicen el EMPERADOR. Impactaba con su presencia, ¡bien firme! entre toda esa multitud el estaba solito, parado entre medio de todos, sin moverse.
El HOMBRE también tiene que aprender a estar en soledad, sino no tenemos comunion y acercamiento a Dios. ¡La soledad es necesaria!
¡Te quiero mucho hijo!
Foto que agregó...
¿No es maravilloso?
Gracias Dios por la sabiduría que recae mediante las palabras de padres que te honran.
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Reflexiones
lunes, 4 de marzo de 2013
Seres eternos, decisiones eternas - Reflexión -
Ayer, en una reunión de
hermanos de diferentes iglesias conocidas, hubo un mensaje a través de una de las
oraciones representativas que me generó un impacto y reflexión. Creí que iba a
ser momentáneo pero ese pensamiento resurgió de manera constante en mi cabeza
hasta que hoy pude confirmar en La Palabra, en mi devocional diario, lo que
implicaba.
Este hermano había orado
de forma casi didáctica mencionando algo así como: "Señor, ayúdanos a
entender la eternidad, porque a través de comprender que somos seres eternos
por la Gracia de Jesús podremos vivir de otra manera". Sinceramente, no
recuerdo muy bien si fue exactamente esto lo que dijo, pero lo relevante es que
provocó un clic en mi corazón y mente, en un momento decisivo de mi vida.
El mensaje de la oración
de este hermano había sido penetrante pero incompleto. Pero hoy, en mi devocional
personal, en el pasaje en que Jesús afirma ser la resurrección y la vida (Juan
11:17-27) estos fueron las palabras que dieron fuerza a la idea:
"Jesús le dijo
entonces: -Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera,
vivirá; y todo el que todavía está vivo y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees
esto?" (Versículos 25-26)
Esta afirmación del poder
sobre la muerte que hizo Jesús a Marta, la hermana de Lázaro (el difunto que
luego resucitaría), es un mensaje poderoso para todo aquel que cree en las
palabras de Jesús.
Este pasaje nos da a entender
que somos seres eternos y no debemos limitarnos por nuestras ideas y deseos de
esta vida. Al fin y al cabo viviremos por la eternidad junto al Señor si
tenemos Fe en Jesús, esta vida resulta ser solo un abrir y cerrar de ojos, y es
solo un momento corto pero muy importante para la decisión que tomemos a diario
y que influirá para la eternidad.
Ser seres eternos nos da
una cosmovisión y parámetros diferentes al tomar las decisiones. Viviremos con
otros valores, de forma totalmente diferente a las personas de este mundo y
muchos nos creerán locos por abandonar nuestros fieles deseos por hacer lo que
este mundo pone de moda y éxito, y empezar a vivir de forma honrosa para lo que
el Dios de la eternidad nos creó. Porque no se puede comparar nuestro éxito,
nuestra capacidad de la cual nos vanagloriamos, nuestras posesiones materiales,
nuestro compromiso con la estética obsesiva, nuestros méritos académicos y
laborales, y todo ese mar de ideas y desgaste de tiempo y energía en el mundo,
con lo que resulta ser importante para la eternidad. Todo es efímero cuando no
tienen propósitos eternos pero habitualmente los mismos cristianos que creemos
en estas palabras de nuestro salvador, nos enfocamos de forma errónea frente a
tomar decisiones.
Si bien, en mi caso en
particular, debo tomar decisiones que determinarán el futuro académico,
ministerial, laboral, familiar, etc. entiendo que debo hacerlo no enfocándome
en unos pocos años de mi vida o lo que algunos hombres influyentes en mi vida
digan, sino en cómo llegaré cuando la eternidad comience y venga mi Señor a
hacer una evaluación de mis decisiones. Esto genera una revolución en mi
pensamiento cotidiano, y comprendo la magnitud de lo que estoy decidiendo en la
actualidad. Importa tanto si elijo estudiar algo, o en la forma que trato al
mendigo que me pide una moneda, todo resulta relevante a la hora de entender que
estoy aún en un período de elecciones que determinarán no solo mi futuro
terrenal sino el eterno.
Y todo este planteo me
lleva a una tras otra pregunta: ¿Realmente vivo para la vida eterna que Jesús
me prometió? ¿Cuál es mi escala de valores? ¿Acaso no estoy perdiendo el tiempo
de mi corta vida en las cosas efímeras que plantea la moda de los incrédulos? ¿Me
estoy aferrando a las ideas de aquellos que no entienden lo eterno? ¿Me dejo
llevar por las corrientes que no creen en la Gloria de un Dios eterno? ¿Tomé
las decisiones en base a lo que tendré un resultado eterno? ¿Mis acciones creen
en la eternidad? y así podría seguir planteando preguntas que destruyen todo
tipo de orgullo y confirman que aún hoy mis elecciones se desvían por mi
condición pecadora. O sea, soy pecador.
Mi esperanza está en que
sé y confío que por la Gracia de Jesús y la renovación que brinda el Espíritu
Santo, habrá un regenerar constante hasta llegar perfecto a la eternidad. Aún
así todavía sigo planteándome la idea de por qué le doy tanta importancia a las
cosas de este mundo y la respuesta a la que llegué es: porque aún me cuesta
creer en Jesús.
Creer no significa decir
algo o solo confesarlo. Creer significa confiar plenamente, ciegamente, y dejar
todo tipo de parámetro anterior y reemplazarla por lo que hoy La Palabra de
Dios me dice que es La Verdad. Creer implica una entrega total y no parcial,
porque aquel que cree su vida cambia, sus decisiones cambian, sus deseos
cambian, todo cambia, y el enfoque no es en lo terrenal ni en el efímero placer
de lo actual, sino en el día en que lleguemos ante la presencia del Dios eterno
y entendamos la plenitud del tiempo eterno. Y frente a la eternidad, no hay
herida, no hay dolor, no hay tristeza que valga, sino que lo único que importará
serán todas las decisiones que determinamos sembrar en nuestro corto período
terrenal.
Por lo tanto, he llegado
a la conclusión de que si creo y entiendo que soy un ser eterno, mis decisiones
se piensan y se eligen de acuerdo con la eternidad.
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Reflexiones
jueves, 28 de febrero de 2013
Bajarse de la barca - Dante Gebel
Línea directa al Corazón son Podcast que la organización Dante Gebel pone en su sitio web: www.dantegebel.com.
Son reflexiones de unos cinco minutos aproximadamente que hace el Pastor de jóvenes Dante Gebel, alentando a que los cristianos nos animemos a salir a hacer lo que siempre está en nuestra mente pero nunca salen a la luz.
Me fue interesante poder transcribir un audio que dura unos cinco minutos, que resulta interesante para que jóvenes con visiones cristianas puedan leer o escuchar como una exhortación para que no se solo se quede soñando sino que emprendan el viaje a arriesgarse a confiar en Dios y vencer esas barreras de miedos a las que muchas veces llamamos incorrectamente "prudencia".
Si bien no esto no es un ataque a aquellos que prefieren decidir por quedarse sentados, este mensaje es un punta pie inicial para que los jóvenes se animen a salir a jugar en la cancha y no quedarse en las ideas y miedos. Por lo tanto, tengan el aprecio de simplemente escuchar y poder reflexionar con respecto a su pasividad cristiana y los miedos que gobiernan en las mentes de los que mueren sin cumplir ningún objetivo.
A propósito del temor a lo nuevo, yo me acuerdo cuando teníamos veinti tanto años, el único filtro por el que pasamos cualquier propuesta para hacer algo para Dios es:¿Esto servirá para inspirar a esta generación? ¿Señor va a sumar a tu Reino que hagamos esto? y si la respuesta era positiva no había mucho más para cuestionar. Lo emprendíamos con o sin dinero, con o sin mayoría, o al todo o nada. Y hoy somos más cautelosos ¿No? De eso quiero hablar en esta línea al corazón: de esa cautela o de esa prudencia que muchos dicen tener antes de emprender un nuevo proyecto.
Claro que no lo llamamos temor, le decimos prudencia. Tampoco le decimos miedo a lo nuevo, decimos "quiero confirmar que sea la voluntad perfecta de Dios" y aveces disfrazamos con semántica un claro tema de querer obedecer ciegamente como cuando uno era niño, como cuando hacíamos esas cosas simplemente porque Dios lo había pedido.
Yo me acuerdo que cuando la vi por primera vez a la mujer de mi sueños, le dije: "no importa lo que pienses de mí, yo voy a ser el padre de tus hijos. Mírame bien porque voy a ser el hombre con el que pases el resto de tu vida". Obviamente casi que recibo un cachetazo, pero se casó 6 meses conmigo después y me dio tres hermosos hijos. Entonces, ¿Tuve miedo? Y si, tuve miedo. Pero no quería perderla y tenía mucho por ganar.
"Deme este empleo" Le dije a los veinte años a un empresario de Argentina. "No quiero que me paguen por todo el resto del primer mes. Yo voy a trabajar gratis hasta que usted vea lo que puedo significar para su compañía. Solo déjeme que le demuestre que puedo ser el mejor vendedor que usted jamás haya contratado" El hombre se echó a reír porque era impertinente mi manera de hablar, y me contrató al instante, supongo que más por simpatía que por necesidad. Siete meses más tarde yo era el gerente de venta en una de las sucursales más importantes de un reconocido shopping de la Argentina.
"No se preocupe por el dinero" le dije al presidente del estadio mundialista de Velez Sarfield, un estadio en Buenos Aires, allá por octubre del 96', "Solo déjeme firmar el contrato y de algún modo se lo pagaré". Cuatro meses más tarde alguien apareció con el monto total del contrato y saldó la deuda. Mi pregunta sigue siendo: "¿Cómo me animé a semejantes riesgos? ¿Qué estaba pensando? ¿Qué tenía en la cabeza? La fe de un niño, la certeza a que si no me arriesgaba a por lo menos intentarlo nunca sabía lo que iba a ocurrir.
Moody una vez, el famoso predicador, dijo: "Señor, ayúdame a mostrarle al mundo, lo que tú puedes hacer con alguien que se entrega completamente a ti" Y vaya que resultó la oración.
Cuando seas viejo no vas a arrepentirte de lo que hiciste sino de todo aquello que justamente no te animaste a hacer.
Cuando la Biblia dice: "Alégrate de tu creador en los días de tu juventud" se refiere a que solo tenemos una oportunidad de ser jóvenes y a bajar de la barca. Y hazme un favor personal, cuando te toque llegar al cielo busca a Simón Pedro y pregúntale qué haría de volver el tiempo atrás. Dile: "Pedro si tuvieras que bajar de la barca otra vez, aun sabiendo que vas a unirte ¿volverías a intentarlo?" Y yo se lo que te va a responder, no porque hable con Pedro, sino porque también caminé sobre aguas turbulentas en más de una ocasión Él te va a decir: "por su puesto, de volver el tiempo atrás lo haría una y otra vez, solo para que Él vuelva a sostenerme en medio de la tormenta, es que vale hundirse mi viejo, si al menos es que lo estás intentando por Él" Pedro fue el único que pudo contarle a sus hijo lo que se siente tener el agua como grama abajo de sus pies.
La Biblia no pierde el tiempo con los que miran desde la seguridad de la barca. La Biblia no habla de la "siesta de los apóstoles" sino de los "Hechos de los apóstoles" Y hay un gran secreto, hay que conservar el niño a perpetuidad, hay que seguir siendo ese niño que le cree todo al Señor.
Yo a diario me encuentro con jóvenes que dicen: "Yo tengo un sueño, quiero descubrir el propósito de mi vida" y después de unos años siguen estando en el mismo lugar frustrados porque nada les resultó. Por eso alguien dijo que el cementerio está lleno de sueños, sueños que nunca se cumplieron, destinos que nunca fueron alcanzados, y por lo general, la causa es que no se atrevieron a hacer algo por primera vez, aún con el riesgo de fracasar en el intento como la mujer que tocó el manto abriéndose paso en medio de una multitud, el ciego Bartimeo que gritó, todos ellos tuvieron un común denominador: LO INTENTARON, caminaron sobre las inestables olas del riesgo ¡salió bien! Ingresaron a historias pero pudo haber salido mal. De todos modos, no estuvieron pensando "y si lo hago y si no lo hago" Simplemente lo hicieron.
Así que te animo a que lo hagas, a que lo intentes, a que bajes de la barca, en la línea directa al corazón.
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Reflexiones
viernes, 22 de febrero de 2013
"Palabras..."
Palabras…
Las
palabras salen,
A veces se
guardan,
A veces se
esconden.
Las
palabras dan,
A veces
quitan,
Y otras
lastiman.
Son
palabras las que abren,
Cierran,
Incluso dejan
la puerta entre abierta.
La palabra
del hombre asegura,
También
falla,
Y a veces defrauda.
Son
palabras las que se liberan,
Otras se
encierran,
Y otras se
recuerdan.
Tus
palabras,
Mis
palabras,
La Palabra.
Sin sentido
cuando no hay convicción y fundamento,
El deseo
del discurso se limita a lo simplemente dicho,
La palabra
no es más que lo efímero que refiere a la acción.
Sin acción,
no hay palabra que valga.
Vienen y
van,
Quitan y
dan.
Palabras que
enamoran,
Palabras que
lastiman,
Palabras,
palabras.
Buenas,
malas,
Deseosas,
angustiosas,
Palabras hay
de sobra.
Verdad hay
una sola,
Palabra que
valga también.
La Palabra
con verdad,
Solo viene del Señor
Solo viene del Señor
.
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Poemas
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